y se le metió y le murió.
Ese día de la muerte del cuatro,
marcó al viejo y cambió todo.
Fondé a dos últimos contrarios,
y le pusieron ese apodo.
Con su je,
de ancien,
un multo la madre,
con su cuerno siempre al lado de él.
Con el picho coordinando,
los puntos iban pasando.
Cincuenta re uno en la feliz,
y el Cristo se va a tirar verga y el culiacán el me lo hizo el que fue levantando y fusilando.
Y así suena sobre más del re del culiacán se mudó.
Por el alquiler y por la palma montando el espejo por los llanos bailándonos con la banda.
Y la gran tarea ganadera conjaveando entrada.
Recuerdo una vez cuando hay en el rancho con Marino se trenzó también.
Que bonito le atoraron un boludo le estumaron,
balas volaron, quemaron, carros y pudo salir a salvo.
Y a veces volte un Cristo le dio y ya no está para contarlo.
Y aunque ya se fue y pese el apellido,
todo es mencionado en el cartel.
El de la retro en las callas y el catorce que portaba y una con el rostro de tachío en la foto bien plasmada.
Saludos al seis a veinte y cuatro a la M2 y a la plebada.