Lo primero,
el constante abuso hacia mi género,
es que se sientan pioneros y creadores del,
sendero.

Raperos verdaderos no están hechos de peros,
se empieza desde cero y claro siendo sincero.

Segundo punto, sentirse el amuiseñor del mundo,
sin rimas a menudo,
pero lo más absurdo,
es ver mudos que se jactan de rudos,
cuando ni siquiera saben cómo dar un nudo.

Tercero, la falta de respeto,
presumir tener peso, cuando muchos de ellos no pueden asumir,
un cierto control de esto,
son golpes para el ego no caer en su juego que es de engrandecer pendejos.

Cuarto,
no entender que gramo a gramo es sudado el esfuerzo en este arduo trabajo,
pensar que diversión la resistencia en este campo es el peor error que cometer el novato.

Uno por la música,
dos por el respeto,
tres por el arte,
cuatro por el reto,
cinco vidas de hip-hop, siete de inteligencia, ocho líneas, nueve amor, diez por el hip-hop.

Uno por la música,
dos por el respeto,
tres por el arte,
cuatro por el reto,
cinco vidas de hip-hop, siete de inteligencia, ocho líneas, nueve amor,
diez por el hip-hop.

Lo quinto es otro instinto,
con más de lo mismo,
por eso es que la música ha perdido,
lo atractivo, titanes con cerebro de mosquitos sumergidos en indefinidos,
escritos en el sentido.

Sexto, que el exenso del arte se dependa del otero,
verlo sin remedio colapsar manifestando su deceso y que un alto porcentaje de besos sea la causa del reflejo.

Séptimo, no ser legítimo de su propio objetivo,
sentirse el exponente máximo al menos en su perfido,
orden cerebral embebido, que es la causa de este curso gélido.

En el octavo se encuentran los más malos,
aquellos que de la calle dicen ser los amos,
gangstas que entre piernas ocultan el rabo,
pintando otra vida solo caen desprestigiados.

Uno por la música,
dos por el respeto,
tres por el arte,
cuatro por el reto,
cinco vidas de hip-hop, siete de inteligencia, ocho líneas, nueve amor,
diez por el hip-hop.

Uno por la música,
dos por el respeto,
tres por el arte,
cuatro por el reto,
cinco vidas de hip-hop, siete de inteligencia, ocho líneas, nueve amor,
diez por el hip-hop.

Dentro del noveno eje de este mal sueño se encuentra el cementerio a causa de su desempeño por tratar de ser dueño de lo ajeno y que en curvas peligrosas no alcancen a pisar el freno.

Con lo decimo termino este camino,
no de odio solo de mis motivos,
sé cómo seguiré siendo claro con los míos,
porque si tú no lo eres,
hacia dónde irá el hip-hop.

Uno por la música,
dos por el respeto,
tres por el arte,
cuatro por el reto,
cinco vidas de hip-hop,
siete de inteligencia, ocho líneas, nueve amor,
diez por el hip-hop.