y en el bañil también.
A los diez y nueve me vine al dabacho a luchar por mi bien.
Llegué a Dalvas batallando con coraje,
trabajando en chiroc con mucho sacrificaje.
Me aguitaba,
es verdad,
pero me ponía positivo y la lucha me hizo ganar.
Por falta de trabajo Dios me dio la vuelta.
Me fui a Alabama y la cosa se puso suelta.
Me fui a la Pipeñé.
Y fue lo mejor.
Y ahora por el sur,
andamos con más ardor.
Viajamos por Tlanta, Carolina y el sur.
Si Sipi nos vio y seguimos en el rumbo.
Mejor que ayer con fe iba limpia,
pero siempre en mi mente,
mi pueblo, mi vida.
Llegué a Dalas batallando con coraje,
trabajando en chiroc con mucho sacrificaje.
Me daban regaños,
me aguitaba,
es verdad,
pero me ponía positivo y la lucha hizo ganar.